
Cuando has iniciado el proceso de gestión de riesgos activo y has pasado por varias etapas, llega el momento de enfrentarse a decisiones muy importantes.
Tras haber realizado las fases de identificación, análisis y evaluación del riesgo tienes una flamante lista de riesgos ordenados por prioridad que debes atender, para los que necesitas un plan de acción:
En el momento de afrontar un riesgo, solo puedes hacerlo de tres maneras:
Eliminar, reducir o transferir; aunque siempre puedes mirar hacia otro lado y cruzar los dedos…
Eliminar el riesgo:
Es la medida más eficaz; pero no siempre es viable. Gestionar un negocio es asumir riesgos; sin embargo, eliminar todos los riesgos hace que el negocio sea inviable.
Tomar la decisión de eliminar un riesgo, a menudo, puede tener consecuencias en la rentabilidad; pero es algo imprescindible cuando un riesgo no es asumible y no tienes la capacidad de reducirlo o transferirlo.
Es posible que se trate de renunciar a una línea de negocio, dejar de hacer un trabajo arriesgado, eliminar una línea de reparto con mucha siniestralidad o simplemente dejar de financiar a clientes a partir de un determinado capital.
La eliminación del riesgo siempre tiene consecuencias, y, a menudo incrementa el volumen de otros con los que está relacionado, por esta razón, es una decisión difícil porque puede repercutir en la facturación, dejar espacio a la competencia o hacer que abandones un nicho muy rentable.
Si te encuentras ante un riesgo de una gran magnitud y no sabes cómo manejarlo, quizá debas eliminarlo temporalmente.
Supongamos una empresa que tiene un equipo comercial en una zona de conflicto, o un país con la epidemia del ébola. Son casos en los que, eliminar riesgos, es una decisión casi obligada y que he visto de cerca muy recientemente. Por supuesto que hay que tomar riesgos, pero siempre de una manera controlada.
Ventaja: Se reduce la incertidumbre, y se elimina la peligrosidad de manera inmediata
Inconvenientes: Puede dar lugar a pérdida de oportunidades
Reducción del riesgo
Es el conjunto de medidas más equilibrado para lo que se necesita un profundo conocimiento de los riesgos y del propio negocio.
Sin eliminar la fuente del riesgo, se deben tomar las medidas adecuadas para reducirlo y que puedas moverte de una manera cómoda.
Las medidas encaminadas a minimizar un riesgo pueden ser muy variadas: Desde la ingeniería de riesgos anti-incendios, mejoras de ciberseguridad, consultores especializados. Estas medidas buscan reducir la magnitud del riesgo hasta un volumen aceptable para que te puedas sentir cómodo. Suele ser necesaria la colaboración de especialistas externos (ingenieros, técnicos de prl, consultores, abogados) y supone un gasto añadido pero, sin duda, un gasto que compensa asumir.
Ventajas: Descubrimiento de nuevas oportunidades, adecuado equilibro de amenazas y oportunidades, mejora y optimización de procesos, fomenta la cultura de control de riesgos en la empresa.
Inconvenientes: Es un proceso que requiere mucha dedicación, no es un proceso rápido
Transferencia del riesgo
La transferencia de un riesgo, es una medida muy habitual para riesgos residuales. Cuando un riesgo no se puede eliminar, ni reducir hasta un volumen adecuado, disponemos de la opción de transferirlo a un tercero que puede gestionarlo de una manera más eficaz.
La opción más extendida es a través de la compra de un seguro para que la compañía aseguradora asuma este riesgo.
Pero también puede tratarse de la compra de una extensión de garantía, una prestación de servicios, o la transferencia contractual mediante la introducción de cláusulas en contratos a terceros (contract risk management).
Si en la reducción de riesgos es necesaria la ayuda especializada, lo es más aún en la compra de seguros y coberturas. Una falsa sensación de seguridad por la compra de un seguro sin asistencia, es quizá más peligrosa que la certeza de estar totalmente desprotegido.
Ventajas: permite manejar riesgos muy elevados que de otra manera no se podrían asumir, gestión por especialistas, acceso al benchmark.
Inconvenientes: pérdida del control de algunos riesgos, puede dar lugar a una falsa sensación de seguridad, desembolso de primas sin retorno, es necesario expertise para transferir de una manera eficaz.
Como sabes, el riesgo impacta directamente en los objetivos, y, todos actuamos de maneras diferentes en función de nuestro apetito y aversión al riesgo. Es fundamental analizar y evaluar los riesgos para tomar la decisión correcta.